Rica experiencia de hospital espirituano en atención a pacientes con esclerosis múltiple

     Cerca de 250 cubanos que padecen de esclerosis múltiple han sido atendidos durante el último decenio en el Hospital de Rehabilitación Dr. Faustino Pérez, de Sancti Spíritus, institución que aplica un programa de neuro-restauración para personas que viven con esa enfermedad.

     “La mayoría de nuestros pacientes han elevado su calidad de vida con este programa integral, intensivo e individualizado, que concibe 6 semanas de admisión, durante las cuales se hacen patrones evaluativos iniciales y finales a través de escalas avaladas internacionalmente, al tiempo que se aplican terapias particularizadas, en dependencia del grado de funcionalidad que tenga cada uno de esos pacientes”, explica el doctor Andrés Padilla, vicedirector facultativo del hospital.

     Según Padilla, para el tratamiento de las personas que ingresan periódicamente en el hospital espirituano se combinan los  ejercicios específicos (aeróbicos, de equilibrio y coordinación, de fortalecimiento, estiramiento y relajación) y varias terapias (acupuntura, terapia ocupacional, hidroterapia, equinoterapia, así como procederes de la medicina natural y tradicional y de la medicina oriental).

     “Trabajamos para ayudarlos no solamente en el tiempo que van a estar aquí en el centro, sino que le enseñamos a ellos y a sus cuidadores el tipo de terapia que deben utilizar cuando regresen a su hogar”, refiere Diego Brunet, uno de los rehabilitadotes fundadores del programa.

     La esclerosis múltiple, que afecta la vaina de mielina del Sistema Nervioso Central,  es la afección neurológica no traumática que más limita a los adultos jóvenes, al provocarles fatiga muscular, problemas de coordinación y equilibrio, disminución de la fuerza y trastornos sensitivos, visuales y vesicales, entre otros.

     Tras diez años de terapias e investigaciones, la práctica del Hospital Dr. Faustino Pérez puede ser aprovechada por otros centros de salud de toda Cuba, donde se estima que unas 3 000 personas viven con esclerosis múltiple.

      “La experiencia de la institución, con una protocolización adecuada de las terapias, puede ser implementada en las demás provincias, de manera que podamos nosotros concentrar los esfuerzos en las personas que han tenido una mayor cuota de limitación como consecuencia de su enfermedad”, opina Padilla.