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El Espirituano

Realizan excavaciones en antiguo ingenio azucarero de Trinidad

Realizan excavaciones en antiguo ingenio azucarero de Trinidad

Arqueólogos y otros investigadores de varias provincias cubanas realizan excavaciones en las ruinas de San Isidro de los Destiladeros, fábrica de azúcar que funcionó durante los siglos XVIII y XIX en el Valle de los Ingenios, cerca de la ciudad espirituana de Trinidad.

La historia de San Isidro de los Destiladeros sigue saliendo a la luz.    Las ruinas del que fuera un próspero ingenio azucarero son estudiadas por más de una veintena de arqueólogos, museólogos e historiadores que toman parte en el XIII Taller Nacional de Arqueología Industrial, auspiciado por la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y del Valle de los Ingenios.

Este año las excavaciones se realizan en el área correspondiente a una de las tres naves del barracón de esclavos de San Isidro de los Destiladeros, ingenio que fue erigido en el último cuarto del siglo XVIII y produjo azúcar hasta finales del XIX.

“Pretendemos hacer un estudio de todos los elementos estructurales de la nave, determinar las dimensiones de las estancias y el tipo de pavimiento, y pueden aparecer objetos que nos ayuden a comprender cómo vivían los negros esclavos dentro el barracón”, explica Leonel Delgado, Jefe del Departamento de Arqueología Industrial de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y del Valle de los Ingenios.

En San Isidro de los Destiladeros se excava desde el año 2000.      Entonces se hizo un hallazgo de gran significación en todo Caribe insular:   el llamado tren jamaiquino, tecnología utilizada para cocinar el guarapo, que en el ingenio trinitario consta de una sola boca de fuego que alimentaba cinco pailas, y permitía un considerable ahorro de energía (se usaban bagazo y madera como combustible).

Los arqueólogos también han trabajado en el área de la destilería y hace poco descubrieron el puente por el que pasaban las carretas cargadas de caña.

En años venideros, además de proseguir las excavaciones en el barracón de esclavos, se prevé intervenir en la casa- hacienda, el área del trapiche y el sistema hidráulico del ingenio, este último conformado por una represa con su canal, que servían para abastecer de agua a todo el ingenio.

Cuando se fundó en el siglo XVIII, la referida fábrica de azúcar era un trapiche nombrado San Juan Nepomuceno.     En 1830, cuando ya se le llamaba San Isidro de los Destiladeros, contaba con todas sus instalaciones de mampostería y con la tecnología del momento, además de tierras dedicadas a labranzas, con árboles frutales, cañaverales y pastos.    Luego, en 1890, cesó la fabricación de azúcar para asumir diversas e inestables producciones.

Según Leonel Delgado, el Taller Nacional de Arqueología Industrial, que se celebra anualmente, permite agilizar las labores de excavación, que durante el resto el año acometen los 6 arqueólogos de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y del Valle de los Ingenios.

San Isidro de los Destiladeros es la fábrica de azúcar que mejor se conserva en el famoso Valle de los Ingenios, que en 1988 fue declarado por la UNESCO, junto a la urbe trinitaria, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El sitio arqueológico, uno de los más importantes de la geografía espirituana, pudiera convertirse en el futuro en un museo a cielo abierto, dedicado a la temática de la industria azucarera y sus sistemas y procesos de producción.

 

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