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El Espirituano

Incrementan recogida de aceites usados para su quema en industria cementera

Incrementan recogida de aceites usados para su quema en industria cementera

Las entidades de la provincia de Sancti Spíritus que generan aceites lubricantes usados, incrementaron durante el 2011 la recogida de esos residuos y entregaron más de 88 000 litros para mezclarlos con el crudo cubano en los hornos de clínker de la Fábrica de Cemento Siguaney.

Dicha actividad se había reiniciado en el país en el 2010, año en que se recolectaron en Sancti Spíritus unos 25 000 litros de aceites usados, productos clasificados como desechos peligrosos por la Convención de Basilea de 1989, de la cual Cuba es signataria.

Entre las entidades que entregan más aceites usados se encuentran las del Grupo Empresarial de la Construcción, las empresas azucarera y de transporte, ASTRO (Servicio de Ómnibus Nacionales) y el Complejo Agroindustrial Sur del Jíbaro.

“Los directivos espirituanos tienen hoy más conciencia acerca de la importancia de recolectar los aceites usados y en muchas entidades se han creado las condiciones para ello, lo que, unido a las inspecciones que nosotros realizamos, ha influido positivamente”, opina David Calzada, especialista principal de regulación ambiental del Ministerio de Ciencia,  Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en Sancti Spíritus.

Los aceites lubricantes usados se envían a la Fábrica de Cemento Siguaney, donde se mezclan con el crudo cubano para su eliminación segura en los hornos de clínker.

Un estudio presentado por especialistas de la Fábrica de Cemento Siguaney indica que los hornos de clinker son idóneos para el coprocesamiento de los lodos y aceites usados, porque los gases permanecen durante más de 3 segundos a una temperatura superior a los 1200 º C, y en estas condiciones los compuestos orgánicos, incluso los más estables, son destruidos en su totalidad.

Desde el reinicio de la recogida de los desechos la industria cementera ubicada en el municipio de Taguasco, ha quemado 850 toneladas de aceites y lodos, provenientes de las ramas automotriz e industrial de las provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara y Ciego de Ávila.

La mezcla con el crudo cubano permite reducir el contenido de azufre en los gases que se emiten a la atmósfera y reporta beneficios económicos.

“El país gana porque se reduce el consumo de crudo cubano en la producción de cemento, mientras que nuestra industria ahorra 450 pesos por cada tonelada de ese crudo que se sustituye por lodos y aceites usados”, explica el ingeniero Adalberto Ventura, especialista de medio ambiente de la Fábrica de Cemento Siguaney.

Según especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la Fábrica de Cemento Siguaney puede co-procesar en sus hornos de clínker mucho más aceite usado.

“Para ello se requiere que todas las entidades se preocupen por tener la licencia ambiental que otorga el CITMA para el manejo de esos desechos peligrosos, y que aquellas que ya la tienen perfeccionen los mecanismos para la recogida de los aceites usados”, sostiene David Calzada.

La estrategia trazada por Cuba desde el 2010 para el manejo correcto de los aceites lubricantes usados, tiene el objetivo de mitigar de forma significativa la degradación del medio ambiente, reducir el peligro de toxicidad (por sus características pueden expandirse en grandes áreas de suelos y aguas), y minimizar el impacto negativo que pueden provocar en la salud humana contaminantes tóxicos como los compuestos aromáticos y metales pesados.

Se calcula que un litro de aceite lubricante usado puede contaminar un millón de litros de agua, en tanto 5 litros del mismo producto, vertidos sobre un lago, cubren una superficie de 5000 m2 con una película oleosa que perturba la vida acuática.

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