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El Espirituano

Decisiva labor de neonatólogos en logro de baja tasa de mortalidad infantil

Decisiva labor de neonatólogos en logro de baja tasa de mortalidad infantil

Nunca antes a inicios de junio Sancti Spíritus había reportado una tasa de mortalidad infantil en menores de un año tan baja:   1,08 por mil nacidos vivos, con sólo dos fallecidos.

Ese resultado asombroso, que sólo pueden igualar naciones desarrolladas, se atribuye a varios factores, entre ellos una mejoría en la atención primaria de salud y de su interrelación con la atención secundaria, la asistencia a las embarazadas que pueden presentar complicaciones en hogares maternos, la detección precoz de defectos congénitos y el incremento de las medidas de capacitación al personal vinculado al programa materno infantil.

Sin embargo, resulta determinante la calidad del servicio de neonatología en el Hospital General Camilo Cienfuegos, adonde llegan todos los recién nacidos de la provincia con algún tipo de riesgo.

Este año alrededor de 400 niños han sido ingresados en la sala de neonatología, de ellos 61 en estado grave, que fueron asistidos por un equipo altamente calificado en la unidad de cuidados intensivos de la sala de neonatología.

“Minuto a minuto chequeamos los signos vitales, les administramos los medicamentos y le damos la leche a la hora que esté indicada”, precisa la Milagros López, una de las enfermeras especialistas en neonatología más experimentadas del principal centro hospitalario de Sancti Spíritus.

La doctora Migdiala Soria, jefa del servicio, agrega que diariamente cada caso es evaluado de forma colectiva cuantas veces sea necesario y los especialistas están prestos a acudir ante cualquier emergencia.

Salvando seres diminutos

En un cubículo de la sala de neonatología del Hospital Camilo Cienfuegos una especialista toma la temperatura a un ser tan menudo, que parece perderse entre sus manos.

El pequeño, que nació hace dos semanas con 1 112 gramos, estuvo en un estado muy crítico, pero hoy se encuentra estable y el equipo médico trabaja para su recuperación nutricional.  

Como él, este año una veintena de niños han nacido con menos de 1 500 gramos en la provincia de Sancti Spíritus.    Ninguno ha fallecido, gracias a la eficaz atención de un personal entrenado para atender específicamente a bebés con muy bajo peso.

El mayor reto consiste en rebasar las complicaciones de la prematuridad hasta que se consigue estabilizar al paciente, para luego mejorar su estado nutricional.     De ellos, muchos salen de la incubadora para un contacto piel a piel con su madre (el conocido método de mamá canguro), un vínculo que les proporciona amor, calor, leche materna y estimulación.

“Me han enseñado a manipularlo, bañarlo y tomarle la temperatura,  y mi esposo también tiene la posibilidad de darle calor a nuestro bebé”, dice sonriente Yailén Ruiz, una madre que entró a la sala de neonatología hace 50 días, cuando su niño nació con sólo 28 semanas.

“Hemos recibido aquí una atención especial por todos los médicos”, concluye Yailén, mientras acaricia al pequeño que duerme sobre su pecho.

Estadísticas de altura

 Los números, que muchas veces suelen ser fríos, también pueden ayudar a comprender la elevada calidad de la atención médica en el servicio de neonatología del Hospital Camilo Cienfuegos.

En lo que va de año la institución registra una tasa de mortalidad infantil de 0,6 por mil nacidos vivos y más del 97% de los ingresados al servicio sobrevivieron, aún cuando 20 se encontraban en estado crítico.

A ese resultado también contribuyó la rápida actuación cada vez que un recién nacido ha presentado complicaciones en un municipio.

“Inmediatamente activamos el sistema de emergencia y acudimos al rescate con un equipo especializado de médicos y enfermeras que cuentan con todos los medios posibles para estabilizar al paciente, incluso decimos que viene en una sala de cuidados intensivos hasta la maternidad provincial”, explica la doctora Migdiala Soria.

La sala de neonatología del Hospital Camilo Cienfuegos lleva tres años con excelentes resultados.   Con su contribución, el territorio espirituano alcanzó en el 2012 una tasa de mortalidad infantil en menores de un año de 2,78 fallecidos por cada mil nacidos vivos, la más baja del país el pasado año y de Sancti Spíritus en toda su historia como provincia.

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