El gimnasio de rehabilitación cardiovascular del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, ha prestado servicios de forma ininterrumpida durante 25 años. En ese tiempo más de 2 800 pacientes con padecimientos del corazón han elevado su calidad de vida, con mayores posibilidades de reinserción social.
Sobre una bicicleta estática Ydevelia Juviel hace ejercicios ergométricos y muestra esa sonrisa amplia que, según ella, un día perdió.
“Tenía hábitos de vida muy malos, lo que unido a problemas personales, provocaron que comenzara a padecer de angina de pecho y mi vida se vio muy limitada”.
Después de ser evaluada por un especialista en cardiología del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, Ydevelia comenzó a asistir al Gimnasio de Rehabilitación Cardiovascular de esa institución.
“Me enseñaron a vivir de forma saludable”, afirma. “Ya no como en exceso, hago ejercicios, soy una persona activa y aunque no puedo montar bicicleta en la calle me siento perfectamente”.
Ydevelia Juviel forma parte de los 45 pacientes con afecciones del corazón que actualmente acuden tres veces por semana al gimnasio adscrito al Servicio de Cardiología del principal hospital espirituano. Allí se les indican ejercicios físicos para mejorar el estado general y prevenir otros eventos coronarios.
“La rehabilitación cardiovascular mejora mucho el consumo de oxígeno miocárdico, lo cual contribuye a que mejore la capacidad funcional y física de forma general; reduce las cifras tensionales, favorece el control de los lípidos conjuntamente con tratamiento farmacológico, e influye en la modificación de los factores de riesgo cardiovasculares”, apunta la doctora Tessa Negrín, especialista en Medicina Interna del Servicio de Cardiología del Hospital Camilo Cienfuegos.
La rehabilitación es individualizada, de acuerdo con la enfermedad y condición física de cada paciente. Por eso, después del entrenamiento inicial, unos caminan, otros corren y algunos realizan ejercicios ergométricos. A todos se les realizan exámenes periódicos y se les prepara para retornar a su vida cotidiana.
“Los resultados se palpan en la vida diaria, pues al caminar o subir escaleras uno se siente mejor, con más vitalidad, y prácticamente desaparecieron aquellos síntomas iniciales de cansancio y de dolor precordial”, dice José Alejandro Zayas, un médico que sufrió de un infarto del miocardio y hoy es uno de los pacientes que más tiempo lleva asistiendo al gimnasio.
Una mejoría similar experimenta Hilda Hidalgo, quien primero sufrió un infarto y luego fue operada. “Me siento con energía para caminar y no me duelen las piernas, no me duelen las articulaciones, no me duele nada”.
Por su parte Fermín Felipe, otro paciente infartado, asegura que la atención que recibe ha sido de excelencia. “Gracias a eso, yo soy otra persona”, concluye.
Una vez finalizada esa primera etapa de la rehabilitación (el promedio de permanencia de los pacientes en el gimnasio es de tres meses), se deben continuar los ejercicios en el hogar.
Más de 2 800 espirituanos con enfermedades cardiovasculares han recibido tratamiento en el gimnasio del Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, desde su apertura hace 25 años.
“En los últimos dos años hemos hecho un estudio de cada uno de los protocolos de rehabilitación que estamos realizando y determinamos que sólo el 1% de los pacientes reingresa con una recaída de su patología en la sala de cuidados coronarios”, refiere Tessa Negrín.
La actividad física beneficia incluso a quienes han de ser operados, pues los prepara para una recuperación post-quirúrgica más rápida y con menos complicaciones.
“Antes yo corría de 6 a 8 minutos consecutivos y ahora lo hago durante 35 minutos”, asegura Armando Quiñones, quien fue operado de revascularización coronaria y asistió durante varias semanas al Gimnasio de Rehabilitación Cardiovascular del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos.
Casi todos los pacientes actuales residen en la cabecera provincial espirituana. Con los cursos impartidos a especialistas en Medicina Física y Rehabilitación y a técnicos de fisioterapia, se aspira a consolidar el trabajo de gimnasios similares en otros municipios, para que más personas con afecciones del corazón puedan elevar su calidad de vida y tener una reinserción familiar, laboral y social más plena.
