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El Espirituano

Los provechos del biogás

Los provechos del biogás

Transcurría el año 1993, uno de los más duros del período especial,  cuando el espirituano Pedro Espineira construyó su planta de biogás.    Con ella el vecino del poblado de La Aurora, puso fin, de una vez y por todas, a sus apuros para cocinar.

“Fue mucho más fácil la vida de nuestra familia, porque quedaron en el pasado todas las preocupaciones por buscar leña u otro combustible”, refiere Pedro.

Gas constante y un bajo consumo de electricidad (su factura del mes de julio indicó el pago de sólo 16 pesos), son beneficios que  Espineira obtiene con un mínimo esfuerzo:   buscando cerca de su casa estiércol vacuno, mezclándolo con agua, e introduciéndolo en su biodigestor.

“En estos 18 años sólo he dejado de producir biogás en una ocasión, cuando le di mantenimiento a la planta”, acota Pedro.

Con los lodos sólidos y el efluente, “el ingeniero”, como algunos le llaman, prepara un excelente abono orgánico que utiliza como en su vivero de frutabomba.  

La planta de biogás de Pedro Espineira es la más antigua de las que hoy funcionan en Sancti Spíritus.     Otros productores construyeron biodigestores, fundamentalmente para el tratamiento de los residuales de las cochiqueras.

Uno de ellos es el cabaiguanense Noel González, quien usa el biogás generado para la cocción de alimentos, y lo suministra, además, a otras dos viviendas.    En ocasiones, cuando falla el servicio eléctrico, lo ha utilizado hasta para alumbrarse, con una pequeña lámpara preparada con ese fin.    Sus planes son comprimir el gas para generar electricidad y bombear agua.

Noel también incorpora los lodos sólidos al suelo para mejorarlo y con el efluente aplica el fertirriego.

“Tengo frutos de mayor calidad, sin presencia de productos químicos y con mayores rendimientos, asegura Noel.   “Este año sembré maíz en el área donde puedo aplicar el fertirriego, no tuve que usar abono químico, y el año próximo haré lo mismo con el pepino y el arroz.    Además, mis gastos disminuyeron considerablemente, al evitar la compra de los agrotóxicos”.

Posibilidades como las expuestas anteriormente ofrecen las 60 plantas de biogás que funcionan en Sancti Spìritus.   Un estudio reciente revela que once de ellas, pertenecientes al Proyecto BIOMÁS-CUBA, producen más de un centenar de toneladas de bioabono y ahorran 32 megawats/hora anualmente.

La mayor parte de los biodigestores de Sancti Spíritus están en manos de productores que se dedican a la ceba de cerdos.    Sin embargo, las plantas con mayor capacidad para generar biogás se encuentran en el sector estatal.    La mayor de ellas está ubicada cerca de Guayos, en una granja perteneciente a la Empresa Agropecuaria del Ministerio del Interior (MININT).

“El biodigestor está insertado en el sistema de tratamiento de los residuales, y asume en su totalidad los desechos provocados por la crianza de cerdos, la ceba de toros, y el matadero de la empresa”, explica el ingeniero Orestes Hermida, proyectista de las plantas de biogás que funcionan en la Empresa Agropecuaria del MININT de Sancti Spíritus.

Según Hermida, los beneficios al medio ambiente son considerables, por el procesamiento diario, en ciclo cerrado, de más de seis toneladas de desechos derivados de la producción pecuaria, a la vez que evita la emisión a la atmósfera de grandes cantidades de gases de efecto invernadero, como el gas metano.

“También resulta favorable para el entorno la obtención de lodos anerobios, que son empleados como sustrato para una producción agrícola sostenible, en organopónicos o mediante la fertilización de suelos pobres en materia orgánica”, agrega Hermida.  

Según el especialista, es posible reciclar las aguas, después de ser tratadas en las lagunas de oxidación, para su uso en el fertirriego, con el objetivo de producir pastos para la ceba de toros.

La obtención del biogás permitió a los trabajadores de la granja del MININT dejar de usar leña y gas licuado.   Además, la planta es la única de Sancti Spíritus que genera electricidad.    Son 200 kilowats/hora diarios usados en la cocción de alimentos y el calentamiento de agua.   Con el biodigestor construido allí, que es el mayor de la provincia, se pudiera generar hasta un megawat/hora al día.

“Esta planta demuestra que la actividad porcina se autofinancia con portadores energéticos”, apunta Orestes Hermida.     “Cada seis cerdos obtenemos un kilowat energético y, cada 14 cerdos, el equivalente a un litro de petróleo diario”.

La Empresa Agropecuaria del MININT y espirituanos como Pedro Espineira y Noel González confirman la conveniencia de generar biogás.    Y es que, por su potencial para producir energía y alimentos, ese puede ser un paradigma de sistema agropecuario sostenible.

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